Al escribir a nadie nunca ofendo
ni es mi deseo tampoco presumir,
si escribo bien o no, escribo así
como me dicta el alma, en el momento.
En el amor soy constante y pretendo
darle a esa persona lo más bello de mí
pero de igual manera me gusta recibir
todo lo dulce que en realidad ofrezco.
Me gusta disfrutar de la alborada,
de la amistad que para mí es sagrada
y leer versos de todos los poetas.
Me gusta la familia que he formado
Dos buenos hijos ¡mis mejores regalos!
Y un hombre que me ama y me respeta
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