Siempre que nos levantamos,
nuestro pensamiento es,
dar gracias a Dios Amado,
y tomarnos un café.
Ese buchito caliente,
nos hace reconocer,
por qué millones de gente,
no viven sin el café.
Su aroma ya te convida,
cuando te estas arreglando,
dar un salto a la cocina,
para poder saborearlo.
Es verdad que el chocolate,
es muy sabroso también.
Pero no existe debate,
cuando hablamos del café.
Es idioma universal.
Es el lenguaje, que usted,
no se tiene que estudiar,
su aroma dice.......¡café!
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