Cuando el horizonte se convierta en nave de dudas,
cuando tu bondad sea meditada,
cuando tus lágrimas se alcen como dedo acusador,
cuando tu silencio sea agresivo,
cuando el llanto de los niños sea ignorado,
cuando la amistad una compra y venta,
cuando la ternura una historia de olvido,
cuando la razón un cielo sin rumbo,
o cuando tus manos no quieran seguir abriendo paso,
¡NO VIRES LA ESPALDA!
Cuando la indiferencia sea tu modo habitual de vida,
cuando la libertad sea esclava de tus miedos,
cuando la oración una rutina,
cuando la poesía, castigada,
lamente haber nacido,
o cuando el globo terrestre,
confundido, reniegue de su esencia,
¡NO VIRES LA ESPALDA!
¡PUES TODAVÍA QUEDAS TÚ!
Cuando el amor esté escondido,
cuando las emociones controlen tu destino,
cuando la paz se ausente de la vida,
o cuando lo negativo
prime sobre todas las cosas,
¡NO VIRES LA ESPALDA!
Cuando el dolor gane terreno a la alegría,
cuando la voluntad no tire de tus sueños,
cuando la misericordia llore su desgracia,
o cuando la piedad sea púlpito vacío,
¡NO VIRES LA ESPALDA!
Cuando el ruiseñor no te cante nanas,
cuando te canses de amar cada día,
cuando no sepas que contarle a un niño,
o cuando todo te parezca triste,
¡NO VIRES LA ESPALDA!
Cuando el dolor se aposente en tu vida,
cuando la soledad temida
no respete el silencio de tu alma,
cuando la amargura gane terreno a la dulzura,
cuando la paz se arrepienta de haber existido,
cuando los barrotes del odio
marquen el destino de los hombres,
o el rencor sea un argumento,
o el cosmos caduque y ya no entienda nada,
entonces,
más aún,
¡NO VIRES LA ESPALDA!
¡TODAVÍA QUEDAS TÚ!!!
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