Vengo de ninguna parte,
voy donde me llevan mis pasos,
sin condición y sin abrigo
me abrigo donde me recogen unos brazos.
Ya no tengo tierra
soy de donde la tierra me alimenta,
de donde el sol calienta mis semillas,
y el agua sacia la sed
que tienen de amor mis heridas.
Voy sin norte
me guía una brújula interna,
me conduce a destinos enigmáticos
pues la incertidumbre, me llena de misterio
haciendo este itinerario intrigante y llevadero.
Y no sé, sólo observo.
Soy una simple espectadora
de este grandioso escenario,
sin actuar, finjo formar parte del teatro.
Sandra Gª Garrido
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