Con tus piedras y granito
de ciudad que fue romana,
visigoda, musulmana
y en el arte siempre un hito,
llevaste la fe cristiana
de preclaros caballeros
y forjaste con tus hierros
tu templaza en la mañana.
Hay ciudades con historia
y de un claro sentimiento,
la tuya tiene el aliento
que conduce hacia la gloria.
Santa María es cimera
con su iglesia majestuosa
que se yergue muy rumbosa
en su plaza de Antequera.
Tu Palacio Episcopal
es monumento querido
y cada barrio es un nido
de tu arte colosal.
La Casa de las Veletas
tiene en su patio florido
un aljibe resumido
con agua siempre en sus vetas.
Extremeña, siempre airosa,
de radiante caserío,
en tu barrio hoy judío
eres rosa primorosa.
Es tu ambiente de dulzura
un clavel tal vez temprano
que se abre rojo y lozano
en Europa… a la cultura.
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