Aumentando su riqueza
con bulos al pobre engañan,
mientras gloria y fama arañan
con la más sutil vileza.
Habrá quien pecando reza
hasta perder el aliento
sin que el arrepentimiento
jamás surta efecto alguno
ni en Júpiter ni en Neptuno
donde el rezo suena a cuento.
Pues cualquier dolor ajeno
al poderoso resbala,
en China o en Guatemala
donde suena igual el trueno.
Que nada tiene de bueno
engatusar con sermones
a quien carente de dones
al límite sobrevive
cuando igual se le prohíbe
hasta esgrimir sus razones.
Quien sabe si bendiciones
los profetas cacarean,
por más que profanos sean
sin criterios y sin dones.
Si por todos los rincones
al pueblo meten a viaje
hoy largándole el mensaje
de la tierra prometida,
sin que exista más salida
que en todo momento encaje.
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