Bastante me ha costado ya el disfrute
del placer pasional sin sacrificios
y quitarme de encima los prejuicios
que sin fin me causaban tanto tute.
Pues el paso del tiempo repercute
en el cuerpo suntuosos beneficios,
al mirar satisfechos sus servicios
que a día de hoy ya nadie le discute.
No existen reflexiones colectivas,
que al mundo más certero cicatrice
las heridas que tapa la abstinencia,
sin juzgar las ventajas compasivas,
si en la realidad como se dice,
limpian y reconstruyen la conciencia.
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