Al día voy sobrado con lo puesto,
aunque ya preocupe mi futuro
porque jamás a mí me sobra un duro
y en el banco resulta que molesto.
Yo a trabajar estoy siempre dispuesto
pero ya con mis años no carburo,
porque al subir y descender del muro
mi esqueleto se siente algo indispuesto.
Con dormir bajo techo me conformo
y disponer de un plato de lentejas
que llevarme caliente a la barriga,
porque sin hambre fácil me transformo
y hasta el infierno mando yo las quejas
aunque el mismo demonio me persiga.-
|