Cada vez que las flores se marchitan
la esencia de la vida se repite,
cuando sin darse cuenta va y compite
haciendo que los ciclos se repitan.
Quién sabe si los pétalos se imitan
que acudiendo hermandados al convite
hacen que la energía igual se agite
y al final sus instintos resucitan.
Un milagro parece incuestionable,
como el ciclo vital se regenera
incluso en las peores condiciones,
y tanto que resulta muy probable
ver que no exista tope ni barrera
que superar intente mis razones.
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