SONETO BLANCO.-
Cada día me asomo a la mañana
con la esperanza llena de proyectos,
sin quedarme varado en los problemas
ni relamiendo triste mis heridas.
Así siendo optimista yo calibro
siempre de maravillas mi fortuna,
porque mientras con gofio desayune
mi estómago contento colabora.
Y tanto que mirando hacia delante
nunca jamás sus metas entorpece,
ni tan siquiera, si se diese el caso
justificar saltarme igual la ley
al ver que los malvados se deprimen
si escapar no lograran dela acoso.-
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