La historia se camufla y se repite
tal vez para amargarnos el presente,
porque quien se las dé de prepotente
mejor que nunca a nadie más imite.
Pues aunque así su estómago le grite
caminar debería muy ausente,
de manera quizás irreverente
si acaso quiere que su mal se quite.
Será que nunca recibí cariño
que hoy pueda recordar con añoranza,
pues mi memoria sólo guarda sustos
que a duras penas, con dolor aliño
entre mis argumentos de esperanza
y el tremendo sopor de mis disgustos.
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