SONETO.-
Suerte tiene quien ama su locura,
y pánico no sienta en absoluto
porque deba apuntarse siempre a bruto,
y cara le resulte la factura.
Pues nada bueno el corazón augura,
cuando vistiendo riguroso luto
todas las penas mete en su macuto,
para ahogarse solo en su amargura.
Que nadie elige libre darse un tiro
en mitad de la calle, a media noche
sin que una depresión indiscutible
le lleve a liquidarse en un suspiro
porque culpable de cualquier reproche
el vivir le resulte ya imposible.-
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