TANTO EL INFIERNO COMO EL CIELO, HERMANO
Tanto el infierno como el cielo, hermano,
lo tenemos delante de los ojos,
a no ser que llevados por antojos
al más humilde le metamos mano.
Desde siempre lo cree así el tirano
que clemencia no tiene con los cojos,
quienes teniendo sus gemelos flojos
por el desierto escapan muy en vano.
La fe supone una herramienta noble
que los poderes fácticos manejan
según convenga al capo responsable,
que fuerte quiero ser yo como un roble
aunque a veces mis músculos se quejan
si a la justicia ven usando el sable.-
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