Soneto.-***
No quisiera tener que rebelarme
contra el orgullo de una madre buena
por no saber poner en cuarentena
sus aprensiones antes de cascarme.
Porque no era cuestión de castigarme
por mantener atada la cadena,
si no que al no tener la tripa llena
fácil le resultaba atropellarme.
Y total para qué singular cuento,
si al término de nuestras crueles vidas
la historia tantas veces se repite,
tan ajena a cualquier banal aliento
si dando ya las guerras por perdidas
cualquier tortazo incluso hasta se admite.
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