Soneto.
Si siento en mis entrañas un vacío,
un corazón profundamente abierto
bien podría sufrir el desconcierto
que le lleve a sentir escalofrío.
Si es que habiendo un ambiente tan sombrío
se necesita estar muy bien despierto
para no sucumbir en el desierto
sin negar semejante desvarío.
Y trabajar quisiera siempre a gusto
durmiendo satisfecho de cuanto hago,
sin temer que me agobien las injurias,
para encima tener que erguir el busto,
temiendo sufragar cualquier halago
sin contar con el resto de penurias.
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