SONETO
Mucho interesa un pueblo analfabeto
si gobernarlo a gusto se pretende,
si fútbol a menudo se le vende
hasta que ajeno duerma su esqueleto.
Que mientras voces pegue desinquieto,
según de la experiencia se desprende,
el rebaño que chilla y no comprende
no merece decoro ni respeto.
Así quien presumiendo va de loco
y cometer comete fechorías,
los jueces consideran atenuante
las secuelas dolosas del sofoco,
de tal forma que al cabo de unos días
sin pena alguna vuelva a dar el cante.
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