SONETO.-
CADA CUAL EN SILENCIO
Cada cual en silencio sus marrones
íntimos a la tumba se los lleva,
lo mismo debe dar que nieve o llueva
si no van a variar las condiciones.
Pues si a soplar se ponen los ciclones
que a morir por amor nadie se atreva,
poniéndose sin ton ni son a prueba
sin prevenir a tiempo los follones.
Que si un enamorado por los pelos
de arrodillarse ante el altar escapa
que a Dios le dé las gracias, si perdido
pudiera ser dañado por los celos,
enfermedad que a todo aquel que atrapa
agradecer querrá no haber nacido.
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