SONETO.-
PLACERES REPRIMIDOS
Hoy no entierro placeres reprimidos
y menos recompensas convenidas,
porque ya mis entrañas derretidas
parte forman quizás de los olvidos.
Hoy recuerdo a mis seres más queridos
por las mil bofetadas recibidas,
que grabadas dejaron sus heridas
cuando oír no quisieron mis quejidos.
Sí que alabo el afecto de una madre
que al cobijo seguro de su pecho
al mundo de los vivos ya me trajo,
de forma que ignorado por mi padre
caminar no camino muy derecho
que otras alternativas no barajo.
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