SONETO.-
Ni las buenas y sanas intenciones
podrán aquí salvarse de la quema,
puesto que solventar cualquier problema
muchas veces traspasa las misiones.
Pues a menudo son las pretensiones
las que a solas reabren el dilema,
sin estimar tal vez que un nuevo esquema
al pringado le rompa los riñones.
Y no es que el mundo siga la corriente
porque el amor se vuelva caprichoso
al acabar en loco desatino,
sino que quien no viva su presente
muy fácil pecará de mentiroso
y pida a gritos cambio de destino.
Luis Perez.-
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