DE TANTO SOÑAR SE CAE EL PELO
Hoy soñar sin perder la compostura
mérito tiene y buen final se augura.
Pues a veces perder se pierde el tino,
por no decir también que de camino
por delante llevándose al vecino,
lo que ocurra le importa ya un comino.
Por eso con los pies siempre en el suelo
frío me muestro tal que fuera hielo.
Por lo tanto veamos con mesura
lo que se sueña, que a pensar me inclino
que de tanto soñar se cae el pelo.
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