Quería perderme en tus ojos,
que su agua me inundara,
ahogarme en su inmensidad.
o que toda me salvaras.
Pero mirándolo bien,
no debía beber esa agua,
ni siquiera reflejarme en ella,
y menos aún saborearla.
Hay río de mi vida....
quería sentir tu brisa,
acariciándome el alma,
y calmar esta angustia,
que día a día me atrapa.
Vuelvo a la soledad,
con las ideas extenuadas,
cansada de tanta lucha,
sin conseguir casi nada.
Y sin quererlo pienso que,
no deseo ya una mirada,
si no és sincera, esperada,
llenando este vacío inmenso,
que me aniquila, y me aplasta.
Moriré al amor, con esperanza,
la incertidumbre latiendo,
en este hueco del corazón,
mientras sufre y se desangra.
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