En un carruaje florido
caminaba hacia tu encuentro
las ruedas eran de oro
la calesa revestida de incienso.
En mi sueño apareciste tú
con un halo de misterio
etéreo, gentil y bello
fugaz resplandor luminoso.
Trás de tu magnetismo anduve
algo me impulsaba a hacerlo,
era un sueño muy real
más allá de lo ilusorio.
Alcanzarte por fin logré
mi corazón se desbordó de contento
eras mi gran amor anhelante
eras mi principe de un cuento.
Esperanza en mis sueños construí
quimeras perdidas en el tiempo
ilusiones renovadas, ya en olvido
sueño de amor, amor en sueños.
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