En mi barca a puro remo,
voy navegando en la vida.
A veces en mar sereno,
y otras, a la deriva.
Cuando anclo en puerto firme,
decidida a no marchar.
Algo me apresura a irme,
teniendo que continuar.
Navegando en alegría,
o con gran desilusión.
Pero quedarme sería,
mi muerte o mi destrucción.
Aprende de mi experiencia,
la vida es un proseguir.
Jamás, por donde tú piensas,
¡vida decide por ti!
|