Pensando siempre en la gente,
y en necio que dirán,
nos volvemos inconscientes
para aceptar la verdad.
Esta verdad que hace efecto
en toditos los humanos.
Todos somos imperfectos,
por mucho que lo negamos.
Todos somos susceptibles,
pues tenemos sentimientos.
Y todos somos temibles
justo, en un dado momento.
Todos al igual que a mí,
nos comerán los gusanos.
¿Por qué no hemos de vivir
en paz, cual buenos hermanos?
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