Ayer soñé que me abrazabas
me besabas el cuerpo con ardor,
me sentía feliz con tus caricias
y llegué al éxtasis final,
nunca pensé que por un sueño
llegara a ser feliz,
y lo hallé tan plenamente,
que quiero repetir.
Nunca creí que por soñar,
pudiera yo sentir,
pues tu voz me llenó
todo mi cuerpo,
de gozo y de pasión.
¡Sígueme hablando como haces
Con eso soy feliz!,
el fuego que me abrasa,
muy adentro,
“Pero tu voz, me hace vivir!.
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