Cuando escucho tu voz se escapa mi alma,
a un bello paraíso de rosas e ilusiones.
Y aunque sea de noche, veo el alba,
rodeada de mil ángeles cantores.
Cuando miro tus ojos, mis pupilas,
destellan con la luz de tu mirada.
Pues tienes el poder cuando mi miras,
de encenderme la sangre en llamaradas.
Cuando tu boca me besa experimento,
la más dulce y sublime sensación.
Visitando contigo, en un momento,
el fascinante mundo del amor.
Cuándo nuestros dos cuerpos se entrelazan,
en la más dulce de todas las uniones,
nuestras dos almas muy felices traspasan,
cien invisibles y dulces dimensiones.
Donde habita el amor, dueño del mundo entero,
y nos da una parcela en sus campos divinos.
Para que allí nosotros, en su entraña sembremos,
la divina semilla que nos mantenga unidos!!
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