A la orilla del mar yo me encontraba
las olas suavemente mis pies bañaban,
y creyéndome sola, empecé a jugar con el agua
buscaba conchas para hacerme un collar,
tan solo cristalitos allí encontraba,
como eran tan bonitos, los fui juntando,
con las olas del mar iba jugando.
Pero llegaste tú y empezaste a decirme cosas bonitas
allí se me olvidaron los cristalitos,
y las conchas bonitas que yo juntaba,
y tus palabras fueron las que me hicieron
olvidar mi soledad, por eso estaba allí,
y contigo encontré la paz que yo buscaba
y me llevaste lejos donde no hubiera mar.
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