Arte y oficio, sin par, el de hacer el pan;
ritual cotidiano ingredientes saber mezclar.
Muy de mañana, se antoja aún el integral,
con leche sola o sopeado, para saborear.
Hay que darle diente al dulce polvorón,
sin despreciar nunca a las simpáticas donas;
guardar espacio para recibir panqué y cocol,
panes muy apreciados para todas horas.
Mención aparte, merecen el ojo de Pancha,
la campechana, banderilla y el bigote;
para hacer buen budín, sólo con hojaldra,
nunca con chorreada y así, evitar borlote.
Haciendo pan, te vienes a dar total cuenta
que la cosa no es fácil ni tampoco sencilla,
pues la panadería es gran delicia suculenta,
eso ni se duda ni se niega, sólo se afirma.
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