Del cielo a la tierra, cual caballo de carrera,
la poesía viene con su pureza incontaminada,
sola o con pareja, pensante o sin cabeza,
es mujer-guitarra, voz y pasión dictaminada.
Viene como reservorio de cultura y encuentro,
conjuro plateado por lo humano y lo divino,
impregnada de belleza cual sirena al viento,
viene, al ojo del navegante, con suave vino.
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