Cuando tus brazos me abres
yo me siento muy feliz,
miro al cielo y doy las gracias
y allí me siento morir.
Ese abrazo no era bueno
pues la vida me quitó,
era todo fingimiento
lo noté cuando se fue.
Se despidió hasta luego
pero el nunca volvió,
¡Cómo le quería tanto!
solo tengo sufrimiento,
y de pena muero yo.
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