Salpicas con tus aires,
mi rostro distrado.
Mi rostro que se esfuma,
buscando irrealidades.
Tus alas desplegadas,
empujan la nevisca
y parte de su carga,
proyectas en mi frente.
Abofeteando dulce
el peso de los copos,
que ruedan mis mejillas
en lluvia cristalina,
de lgrimas heladas.
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