Ese decir las cosas de una forma enredada,
sin que nadie comprenda lo que quieres decir.
Eso de preocuparte cada día en tu almohada,
¡sin saber cuantos días, te quedan por vivir!
Ese anhelo constante de poseer fortuna,
conviviendo con ella, al poseer salud.
Ese anhelo del hombre de habitar en la luna,
¡poseyendo la Tierra con agua, aire y luz!
Ese andar por la vida queriendo tener todo,
lo material que a veces es parte de lo inmundo.
En vez de ir buscando tranquilamente el modo,
de practicar las leyes de nuestro Dios Fecundo.
¡Deja ya hombre necio! tu vanidad a un lado,
eres polvo, y al polvo volverás algún día.
Mejor cultiva obras de amor ¡no será en vano!
y ahí es donde tú tienes ¡tu más grande cuantía!
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