Supiste partir con una sonrisa,
mientras todos rompieron a llorar,
sufriste paciente tu mal, sin prisa,
y a todos nos quisiste consolar.
Mostraste siempre un gran valor,
el mal en tu cuerpo no se detuvo,
pero tú lo venciste con amor,
por tí se hizo todo lo que se pudo.
Dejaste de ser niño, para ser ángel celestial,
este mundo perverso no era para tí,
demasiado era todo tu potencial,
y por fortuna, está la paz en tí.
Voluntad suprema fue la de nuestro Creador,
llevarte con Él para ser su Serafín,
sé feliz en el cielo, donde todo es amor,
donde tu vida nunca tendrá fin.
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