Papá y mamá se disputan el amor de sus hijos.
En un dilema están los pobres chamacos, confundidos,
horrorizados, de salir de tan complicado acertijo,
intentando que sus padres estén de nuevo unidos.
Ya los que pelean metieron alegatos y abogados,
pobres niños, tan chicos tendrán que tomar partido,
las cosas no se componen y están muy asustados,
pues objeto de riña son, en eso del amor compartido.
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