Hay un señor que apuesta a la esperanza.
Que sigue navegando, rodeado por sus pares.
Hay un señor que fue niñez herida.
Que habla con las estrellas y sueña todavía.
Hay un señor galante, poeta se diría.
Que expone emocionado el fruto de sus hijos.
Hay un señor de sensible armonía.
Que bueno que sea abuelo, después será poesía.
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