Me bendices y me maldices,
soy tu cura y también tu mal,
aunque lo piensas no lo dices,
pero soy más que la eternidad.
Conmigo te rindes, pobre de tí,
me buscas por todas partes
y no me escapo de tí,
yo me río de todo lo que haces.
Que te hago falta, ni cabe la duda,
eres mi esclavo, de noche o de día,
soy como quieras, amigo o enemigo sin cordura,
mi nombre es tiempo, en mí confía.
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