Entre las crueles redes del destino
encontré una felicidad jamás imaginada,
tan temida por aquellos que aman
suplicándole al olvido pronto llegar.
Jamás pensé quererte tanto,
maldito amor que me atrapaste
en tus redes de ilusiones y promesas,
en el juego de la vida y del amar.
Hoy, un día como cualquiera,
una decisión he de tomar,
si dejarte ir sin explicar
lo que he llegado a sentir.
Profundo tormento es mi amor,
que no me permite olvidarte,
que no me permite alejarme,
que no me permite amarte.
|