A escondidas nos vemos igual que adolescentes,
que sus padres les niegan el derecho de amar.
A escondidas del mundo y de la gente,
que intentan con excusas nuestro amor terminar.
A escondidas del pueblo, que mil veces nos viera
conversar ante todos sin nada que ocultar.
Ellos mismos ahora, nuestro amor no lo aprueban
creyendo que por eso, nos vamos a dejar.
A escondidas nos vemos pero tal vez un día
caminemos airosos con la frente muy alta.
Y le dirás a todos ¡esta mujer es mía!
Y yo he de decirles ¡este es mí hombre y basta!
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