Cuando yo era niño
yo me enamoré,
de una niña rubia,
con trenzas muy largas,
y la ví muy triste
yo le pregunté.
¿Que te pasa niña
me quieres querer?,
yo no tengo padres
muy solo yo estoy,
y al verte tan triste
pensé que tenias
lo que tengo yo.
Al no tenér madre
buscamos amor,
y el fijarme en ti
fué solo por eso,
quiero ser tu amigo
¡de pronte le dije!,
y cuando crezcamos
tu novio seré,
luego tu marido,
tenér muchos hijos
y así de este modo,
felices seremos.
Pues al estar solos,
el cariño de una madre
jamas puede compensar,
pues los que atí te rodean
nunca cubren el vacio,
de una madre de verdad.
La niña se sonrió
y me dijo la verdad,
estaba sola en la vida
un accidente de coche
sin sus padres se quedó,
vivia con unos tios,
pero en ellos no encontró
un cariño verdadero
¡solo era compasión!.
¡Y por eso estaba triste,
en ellos no encomtré amor,
y al contarle yo mi vida
enseguida comprendió, nuestro signo estaba escrito,
y asi empezó nuestro amor!
y que será para siempre,
por que así, lo quiso Dios.
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