Al decirte que te quiero
una semilla de mostaza te di
para ponerla bajo tus pies
y de ahí un árbol crecer.
Al crecer esa semilla
en el árbol te encontrarías,
y en la altura de las ramas
llegarte a adorar.
Al despreciar la semilla
en árbol no estarás,
perdido entre sus ramas,
jamás te he de adorar.
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