MI ANTOLOGÍA.
No hay ecos en mis lloros,
Dentro del ropero.
Solo hay vacío e impotencia,
En un te quiero.
No hay brisas en mi playa,
será porque el silencio
me cubre aunque me vaya,
y no germina mi espacio.
No hay sentir, si es que daño
una fibra sensible de tu ser,
y me eches la culpa por hacer
cambiar el destino de un año.
No hay corona sin sacrificio,
y no hay majestad sin corona,
a pesar de una cabeza con orificio,
al resistir quedarte en la lona.
Si, hay respuestas,
si, existen voces que aconsejan,
hay distancias con florestas,
y velocidades que me acercan.
Pero...
No hay ecos en mis lloros,
solo cumplimiento a tus decisiones,
aunque mi corazón en sus coros,
no entienda tus canciones.
|