Tus manos uní a las mías,
las tuyas no pudieron apretarlas.
Mis cálidas manos besar querías,
yo las tuyas no quería soltarlas.
Manos menos fuertes ahora tienes,
manchadas y tibias, vigilantes y quietas,
manos con frágiles dedos vacilantes,
son las manos del alma inquieta.
Manos que mueren lentamente,
escasas de fuerza y calor,
tibias, quietas, manchadas y vigilantes,
tus manos son ricas en amor.
|