El llanto roto, días de tristeza,
los campos amarillos, la delicia devastada.
Recuerdos tuyos, en mi corazón y en mi cabeza,
siempre en movimiento, como una danza.
Con nervioso acento de mi pensamiento,
estoy dolido y esperando... ¡todas las primaveras!
Me cuidas, desde un rinconcito del cielo
y con ello, haces que las cosas sean buenas.
Con el alma de perfumes vacía,
un día cualquiera es tan difícil...
Sentimientos míos contenidos en palabras repetidas,
que al inicio de otro año, quise volver a escribir.
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