En mis brazos te tenía
y te he cogido cariño,
tus cuerdas iba templando
para escuchar tus sonidos.
Con mis dedos poco a poco
yo las hacía sonar.,
era tanta su dulzura
que me hacía hasta soñar.
Veía mover tu cuerpo
con el me hacías vibrar,
pues los hacías con tal gracia...
¡Entre la guitarra y tú,
me habéis hecho despertar!,
“como nunca había soñado.”
|