Estoy de paso, pero volveré a verte
y entonces, platicaremos de los temas ausentes,
de aquellas cosas que un día tuvimos en mente
y que el tiempo transformó en asuntos pendientes.
Entonces, recordaremos juntos pasadas alegrías,
no hablaremos de fatigas ni de dolores,
sino de los momentos gratos de la vida,
de Dios, de la naturaleza y sus esplendores.
Volveré a verte, porque sólo estoy de paso
y, cuando el día y la hora lleguen,
me tomarás amorosa y tierna entre tus brazos
y platicaremos, entonces, de los temas ausentes.
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