☰ menú
//



PARA MI HIJO MARIO

Marito, ya no soy soñadora;
ya la ilusión del jardín de mi alma,
arrancaron como arranca el viento
tronchadas pencas de orgullosa palma.

No hay ni una flor en mi jardín sombrío,
ni mis canarios cantan en la enrramada,
mi pobre corazón desierto y frío
parece una casa abandonada.

Marito, no te he contestado tus versos
que para mi han sido conmovedores,
pues bien sé que ellos encierran
la verdad de tus amores.

Hace ya mucho tiempo que a su posada
llamó un doliente huésped, ¿sabes quién es?, el hastío,
y tan sólo su alma desolada
es la que ronda mi corazón vacío.

Traigo para los surcos que cultivas
en los carmines íntimos de tu alma,
estos gajos de verdes siemprevivas,
este mirlo, esta rosa y esa palma.

Cuídalos como lámparas votivas,
así tendrán las flores de tu alma,
el verdor de esas blancas siemprevivas,
de este mirlo, esa rosa y esa palma.


Poema escrito por la señora
Esther Marcín Vda. de Maestro, (q.e.p.d.)
dedicado a su hijo: Mario Maestro Marcín,
el 6 de junio de 1963.


GÉMINIS

Copyright © Todos los derechos reservados.

Publicado el: 01-02-2003
Última modificación: 00-00-0000


página personal de GÉMINIS


editar deja comentario al poema

regresar




POETA VIRTUAL no persigue ningún fin de lucro. Su objetivo es exclusivamente de carácter cultural y educativo, mediante la difusión de la poesía. Los poemas y cuentos presentados en este portal son propiedad de sus autores o titulares de los mismos.


Copyright © 2017-2024 Poeta Virtual Inc. Todos los derechos reservados.
Copyright © 2017-2024 Virtual Poet Inc. Worldwide Copyrights.