Perdieron los árboles sus hojas,
las ramas de muchos están tristes,
los veo y me dan cierta congoja,
el otoño duro es porque partiste.
Fríos vientos por doquier se dejan sentir,
sol que brilla y nada calienta,
ni los pájaros se dejan oír,
mi ser es un volcán que no revienta.
Llegará más tarde el invierno,
pero hoy sufro callado el otoño,
padezco sin lágrimas este infierno,
triste el otoño, ausencia la tuya sin retorno.
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