¡Granada mora y Cristiana!
allí conocó el amor,
el Rey que manda en la alambra
pero por su cobardía,
Su reinado lo perdió.
Su madre le recrimina
llamando a su hijo cobarde,
“Que el honor no conocía”.
Pero el se enamoró
Y dejó cuanto tenía.
Dejó su harén, sus mujeres
y llorando como un niño,
Se marchó de su Granada.
Una cristiana le dijo
que ella mora no sería,
ni por todos los tesoros
Que en Granada poseía.
¡Ni como esclava ni esposa!,
allí no se quedaría,
el Rey moro le suplica
Con ella se casaría.
Orgullosa la cristiana
le pidió como un favor,
¡un caballo le prestara!
¡y montada en el caballo,
Huyó de la Moreria!.
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