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Ya encontré posada.

El silencio nos devuelve vida en verdad,
pura, inocente y seductora.
El invisible esta en lo visible,
se regala, y se revela a mirada silenciosa.

Nada se esconde a los ojos puros, limpios.
Si tu ojo esta limpio, todo está luminoso.
Nada huye de la mirada callada, silenciosa.
Como si el silencio nos hiciera dignos
de la desnudez del cosmos y todos sus secretos.

Silencio es, negacion de todo sacrificio,
fingimiento y disimulo.
Para ver cara a cara. Esa es la gran dicha.
Cuando el ego se ha posado, sidementado,
todo entonces se torna presencia y amor.

En el silencio todo se transparenta,
todo se hace presencia y presente.
Es asi como el silencio nos reconcila con:
los seres, con el cosmos.

Si el ego nos vuelve opacos,
el silencio,nos devuelve suavidad,
porosidad y transparencia.

En la posada del silencio, todo reposa,
nada perturba al corazon, todo se remansa:
pasado, expectativa, cicatrices, borrascas,
las tempestades, agitaciones, las dudas.

Se aquietan por fin las incertidumbres,
las noches de oscuridad espesa, la amenaza.
Todo se sedimenta, se asienta.

Todo se remansa en la posada de silencio
y recobra el ser inmaculado.
La posada es el hoy, el ahora, el canto,
el culto al instante por excelencia.

En la posada te dedicas, te confías,
se diluyen los anquilosamientos,
las calcinaciones que atascan,
y obstruyen el fluir de la vida.

Y el asentarse aflora y mana lo que hay
en el subsuelo subterráneo.
Y se libera a la fuente que salta hasta la
eternidad. Es el festival que no tiene fin.

Mi posada es el silencio.
Mi alcoba y mi descanso es elsilencio.
Mi paz, mi luz, mi paisaje, es silencio.
Mi libertad es el silencio,
Mi maestro, mi hogar, es silencio.

Cuando se agotan las verdades y todo camino,
siempre nos espera la posada del silencio.

No hay nada en la posada.
No hay nada en el desierto.
No hay nada en el silencio.

Solo Dios es puro desierto,
puro vacío, puro amor.
Es el inefable, el innombrable.

Si nombras al árbol te alejas de él,
si nombras la mariposa se va de ti,
si nombras a Dios te separas de Él,
No cabe en la palabra, cabe en el silencio.

Como en la diminuta gota de rocio cabe,
la inmensidad del sol sin esperar merecerla.
No hay que merecerlo. Felizmente Él,
no se deja sobornar por merecimientos.

Una posada, la del silencio, donde te dice:
entra, pasa, esta es tu casa, es tu hogar.


Moratiel-benedictino.


gaviota frágil

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Publicado el: 09-04-2003
Última modificación: 18-12-2011


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