La luz, viene de ti mi cielo,
la claridad de lo alto,
es un don maravilloso,
y lo necesito tanto...
Das forma a mi vida,
todo lo haces presente,
tiempo, noche, día,
el gran don del amanecer.
Todo, descansa en la noche,
al entrar en el descanso,
al apresurarse al sosiego,
reposa ánsia, rabia, reproche.
Enloquecería, si todo fuera,
actividad, trabajo, luz,
mejor recoger la invitación
al descanso, traquilidad, quietud.
Déjome abrazar por la noche,
mecer, abrazo que no ahoga,
que no asfixia, és único su poder,
pararse, en sus brazos oscuros,
Dejarse, que nos arroge como alud,
tras su paso, a la vida, "ver"
cerrar los ojos para segura volver,
a los nuevos brazos de la luz.
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